Los músculos isquiotibiales son aquellos músculos que se localiza en la parte posterior del muslo. Este grupo muscular lo componen el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso.
Estos músculos se originan en la zona del isquión de la pelvis y se dirigen por toda la parte posterior del muslo hasta insertarse por debajo de la rodilla. La función de los isquiotibiales se puede considerar combinada, ya que realizan flexión cuando su función es sobre la rodilla, y realizan extensión cuando su acción recae sobre la cadera.

Síndrome del acortamiento isquiotibial
El síndrome de acortamiento isquitibial podemos definirlo como la disminución progresiva e importante de la elasticidad del musculo. A esta situación hay que añadirle además una perdida de movilidad asociada a la disminución de contracción de los mismos.
Causas
Aunque las causas no están definidas y constituyen un punto de debate entre los expertos, podemos establecer algunos factores predisponentes que nos pueden llevar a sufrir este síndrome:
- Predisposición genética: nos genera una predisposición a tener menor o mejor elasticidad en nuestros tejidos.
- Sexo y edad
- Acumulación de tensiones
- Escasa o exceso de actividad física.
- Lesiones o cirugías.
Síntomas
Entre los síntomas que nos podemos encontrar en este síndrome, destacan:
- Rigidez muscular
- Dificultad en la realización del movimiento propio de este grupo muscular (tanto a nivel de rodilla como cadera)
- Dolor e incapacidad

Consecuencias
Debido a su función generalizada de mantenimiento de la postura y el desarrollo de una correcta biomecánica, el acortamiento de este grupo muscular nos puede provocar alteraciones en la movilidad de la cadera y la pelvis, rodilla, zona lumbar incluso en la zona dorsal, dando como resultado no solo los cambios en la biomecánica sino además cambios en la posición neutra de las mismas zonas. Provocando dolor, compensaciones musculares, molestias…etc.
Diagnóstico de Síndrome De acortamiento Isquiotibial
Para conocer si realmente sufrimos un acortamiento de isquiotibiales, hay dos pruebas muy sencillas de las que podemos fiarnos.
- Test 1: desde una posición de pie, intentamos tocarnos la punta de los dedos de los pies sin doblar rodillas.
- Test 2: Desde una posición tumbado boca arriba vamos a intentar realizar un ángulo de 90º con nuestra pierna con la rodilla de la misma extendida. Para la realización de esta prueba necesitaremos ayuda de otra persona.
La imposibilidad de la realización de una de estas pruebas o ambas nos llevan a la conclusión de la presencia de acortamiento de los isquiotibiales. 
Tratamiento y prevención
Para el tratamiento de este síndrome es esencial de la actuación de un fisioterapeuta, donde valorará específicamente la presencia o no de este síndrome, además de las complicaciones asociadas al mismo, pautando un tratamiento adecuado para mejorar tanto su sintomatología como su evolución.
Las técnicas mas usadas para este tipo de lesión es la terapia manual y la ejecución de estiramientos, sin embargo, habrá que valorar exhaustivamente cada caso de manera individual, para cada cual se establecerá un tratamiento adecuado y especifico a las necesidades y objetivos de cada paciente.
Para la prevención de un acortamiento isquiotibial, a pesar de que ya hemos mencionado la existencia de algunos factores predisponentes de los cuales no podemos modificar, es indispensable la realización de ejercicio, tanto de elasticidad como de fuerza y movilidad, que nos permitirán hidratar y bombear más sangre a nuestra musculatura, otorgándole mayor cantidad de nutrientes y mejorando su capacidad.

La realización de estiramientos constituye una medida paliativa a la hora de la retracción de este grupo muscular, siendo su acción óptima en el momento en el que ya hemos realizado el ejercicio y han pasado unos minutos, no inmediatamente al finalizar la sesión, otorgándonos mayor grado de sensación de alivio.
Si has sufrido este problema o quieres evitar padecerlo, desde Urbanfisio podemos ayudarte.
