Aitor es un apasionado de su profesión, se graduó como fisioterapeuta en las Escuelas Universitarias Gimbernat.
El último año de carrera hizo la especialización en fisioterapia cardiorespiratoria y está formado en ejercicio terapéutico y tratamiento del dolor miofascial con punción seca.
¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser fisio?
Con 14 años sufrí una lesión en mi hombro izquierdo. La opinión de varios traumatólogos era que debía pasar por quirófano y no aseguraban que recuperase la movilidad completa del brazo. Tras pedir varias opiniones, un médico me dijo que primero probara con la fisioterapia. Nunca llegué a entrar a ningún quirófano ni perdí movilidad gracias al trabajo de los fisioterapeutas que me trataron.
¿En qué consiste tu trabajo?
Mi trabajo consiste en mejorar la calidad de vida de las personas creando un vínculo de confianza donde haya un feedback constante para dar las mejores herramientas a cada uno.
¿En qué medida es importante la educación con la salud?
Básico. Conocer a nuestro cuerpo y saber cuidarnos nos previene de muchas lesiones y de trastornos cómo la ansiedad.
¿En qué piensas cuando estás tratando a un paciente?
Intento ser empático con los pacientes, escuchar todo lo que me explican e intentar captar todas las señales que el cuerpo nos da, para así poder hacer una valoración global y planificar el tratamiento más adecuado a cada uno.
¿Cuál es la parte más gratificante de la profesión?
Ver la sonrisa en la cara de la gente mientras te da las gracias por haberles ayudado con su problema.
¿Cuál es la clave para ser un buen fisio?
Saber escuchar, ser empático, tener un buen trato tanto humano como profesional y estar siempre actualizado. Creo que son los pilares básicos que un fisioterapeuta debe mostrar a los pacientes.
Para terminar, dinos la frase que más encaja contigo como fisioterapeuta
“La fisioterapia es mucho más poderosa de lo que nos pensamos.”
¡Bienvenido al equipo Aitor! Una suerte contar contigo en el equipo de UrbanFisio