José Manuel se graduó en fisioterapia en la universidad de Cádiz. Además le encantan los deportes y el ejercicio.
¿Cuándo te diste cuenta que querías ser fisioterapeuta?
De los 22 a los 27 años trabaje como monitor deportivo en un gimnasio. Allí comencé a colaborar con un fisioterapeuta en la recuperación de deportistas. Y fue entonces (allá por el 2006) cuando empecé a interesarme por esta maravillosa profesión.
¿En qué estás especializado?
En el abordaje del dolor de origen musculoesquelético desde la terapia manual y el ejercicio terapéutico. Y siempre desde una visión global.
¿En qué medida es importante la educación para la salud?
Es vital. Si no tomamos conciencia de aquello que debemos modificar o aquello que debemos añadir a nuestro estilo de vida para mejorar nuestra salud, difícilmente superaremos con éxito nuestra recuperación.
¿En qué piensas cuando estás tratando a un paciente?
En cómo lo puedo ayudar. En cómo los efectos del tratamiento pueden perpetuarse lo máximo posible en el tiempo.
¿Cuál es la parte más gratificante de la profesión?
Siempre pongo mucho interés y esfuerzo en la recuperación de los pacientes, así que cuando te lo reconocen es muy satisfactorio. Es la mejor parte.
¿Cuál es la clave para ser un buen fisio?
La exploración, llegar al diagnóstico más certero posible. Y para ello hay que escuchar y saber preguntar.
¿Cuál sería la frase que te describiría como profesional?
Compromiso con la recuperación del paciente.
¿Quieres comentarnos algo más que no hayamos preguntado?
Simplemente expresar lo afortunado que me siento de poder ayudar a los demás desde la fisioterapia.
