Conoce a Mónica Fraile, cercana y empática

Mónica es una fisioterapeuta vocacional, pianista y trompetista.  Sus principales aficiones, más allá de la fisioterapia y la música, son la lectura, el deporte, en especial el fútbol, la natación, correr y montar en bici y disfrutar en compañía de su familia y amigos.

¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser fisio?

¡En cuanto descubrí la profesión! Siempre me han atraído las profesiones de ayuda directa a las personas, especialmente las sanitarias, y desde que conocí la fisioterapia, ¡lo tuve claro! Tendría unos 13 años.

¿En qué estás especializada?

Estoy especializada en fisioterapia avanzada (conservadora e invasiva) en el tratamiento del dolor.

¿En qué consiste tu trabajo?

Mi trabajo consiste en ayudar a mis pacientes a mejorar su calidad de vida y a prevenir disminuciones de la misma.

¿En qué medida es importante la educación con la salud?

En mi opinión es importantísima y puede ser determinante en la evolución de los pacientes. Creo que una buena recuperación empieza por acercarse a entender a qué puede deberse nuestra sintomatología, así como los diferentes tratamientos y recomendaciones recibidas. Además, no quiero dejar sin destacar su enorme influencia en la prevención de lesiones o recidivas.

¿En qué piensas cuando estás tratando a un paciente?

Cuando estoy tratando a mis pacientes pienso en dar lo mejor de mí, y también en adaptarme a sus necesidades o, en definitiva, a ellos mismos, intentando transmitirles mis conocimientos de manera que puedan comprenderlos.

¿Cuál es la parte más gratificante de la profesión?

Soy muy feliz cuando los resultados en mis pacientes son buenos y “puedo confirmar” que mi hipótesis diagnóstica (y tratamiento) ha podido ayudar a ello; pero la parte más gratificante de la profesión probablemente sea el acercarnos a mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes, y su agradecimiento y alegría al hacerlo posible.

¿Cuál es la clave para ser un buen fisio?

Diría que mostrar empatía y preocuparse por ofrecer a nuestros pacientes la mejor intervención posible (con todo lo que ello implica: formación, conocimientos…).

Para terminar, dinos la frase que más encaja contigo como fisioterapeuta:

“Pensad que podéis y estaréis a medio camino”.

 

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