¿Cómo nos afecta el estrés físico y mental?

Cada uno de nosotros experimentamos el estrés de manera diferente pero, innegable que nuestros cuerpos están conectados con nuestra mente. Así pues, muy a menudo, el estrés va acompañado de limitaciones físicas que afectan nuestra funcionalidad corporal. Si quieres saber cómo nos afecta el estrés físico y mental, hoy hablaremos de ello.

En este artículo, vamos a compartir contigo algunos conceptos que te ayudarán a comprender los mecanismos fisiológicos vinculados al estrés y obtener estrategias de fisioterapia para afrontarlo.

Pero, ¿qué implica estar estresado?

El estrés es una reacción natural en la que nuestros cuerpos se adaptan a situaciones apreciadas como amenazantes. Se liberan hormonas como el cortisol y la adrenalina que, a su vez, rápidamente desencadenan cambios fisiológicos: sudor, aumento de ritmo cardiaco, tensiones musculares para preparase para la huida, la lucha o la acción. Pero, ¿qué pasa si este estrés perdura?

 

¿Cuáles son los cambios que experimento cuando estoy muy preocupado?

A nivel físico y, concretamente, en el aparto músculo esquelético, el estrés mental puede tener un impacto significativo en el cuerpo, lo que a menudo se manifiesta en forma de tensión y malestar. A nivel muscular, el estrés mental suele implicar lo siguiente:

  • Tensión muscular: El estrés puede llevar a una mayor tensión muscular en todo el cuerpo, especialmente en áreas como el cuello, los hombros y la espalda. 
  • Encogimiento de los músculos: En situaciones de estrés, es común que las personas encorven los hombros, tensen la mandíbula o mantengan posturas corporales incómodas durante períodos prolongados. Esto puede causar una contracción constante de los músculos, lo que conduce a la rigidez y el dolor.
  • Dolor y malestar: La tensión muscular inducida por el estrés puede resultar en dolor muscular, que a menudo se siente como una sensación de apretamiento o pesadez. Esta molestia puede ser aguda o crónica, y puede variar en intensidad.
  • Dificultad de movimiento: La tensión muscular causada por el estrés puede limitar la amplitud de movimiento de las articulaciones y hacer que sea incómodo o difícil moverse con normalidad. Esto puede afectar la calidad de vida y la capacidad para realizar actividades diarias.
  • Dolores de cabeza: La tensión en los músculos de la cabeza y el cuello debido al estrés puede dar lugar a cefaleas tensionales, que se caracterizan por una presión constante o dolor en la cabeza, a menudo en la zona de las sienes o la parte posterior del cráneo.
  • Dolor miofascial: Implica la formación de puntos gatillo en los músculos. Estos puntos gatillo son áreas sensibles y dolorosas que pueden irradiar dolor a otras partes del cuerpo.
  • Alteraciones en la postura: Puede afectar negativamente la postura, lo que a su vez ejerce presión adicional sobre los músculos y las articulaciones contribuyendo aún más a la tensión muscular y al malestar.
  • Problemas de sueño: El estrés puede interferir en la calidad del sueño, lo que a su vez puede afectar la recuperación muscular adecuada durante la noche dando lugar a una mayor sensación de tensión y fatiga muscular.

¿De qué manera puede ayudarme la fisioterapia?

Para abordar los efectos del estrés mental en los músculos, es importante gestionar el estrés de manera efectiva a través de técnicas de relajación, ejercicio, terapia y cambios en el estilo de vida. La fisioterapia puede ser beneficiosa para aliviar la tensión muscular, mejorar la movilidad y reducir el dolor relacionado con el estrés principalmente con, entre otras técnicas, la terapia manual o el ejercicio terapéutico. 

La terapia manual, ¿qué hace?

  • Relajar la muscular: Ayuda a aliviar la tensión muscular, especialmente en el cuello, hombros y espalda, aliviando la tensión física y mental. Un masaje nunca viene mal. El contacto piel a piel alivia, da sensación de seguridad y, en muchos casos, tan sólo con presionar tejidos de manera suave, con gestos suaves, tranquiliza al paciente. 
  • Mejorar la movilidad pasiva: el paciente se deja llevar, se relaja y el fisioterapeuta puede ganar movilidad.
  • Aumentar la liberación de endorfinas: Estimula la liberación de endorfinas, que actúan como analgésicos naturales y promueven el bienestar emocional, reduciendo así el estrés.
  • Facilitar la circulación sanguínea: Aumenta la circulación, lo que oxigena los tejidos y elimina toxinas, contribuyendo a la relajación y la reducción del estrés.
  • Conectar mejor el dúo mente-cuerpo: Promueve la conciencia de las sensaciones físicas y la relajación consciente, reduciendo la rumiación mental y aliviando el estrés.
  • Trabajar la autoconciencia y autocuidado: Fomenta la atención al cuerpo y el autocuidado, promoviendo una mayor autoconciencia y la adopción de medidas para reducir el estrés en la vida diaria.

El ejercicio terapéutico, ¿para qué sirve? 

  • La liberación de endorfinas producida durante la práctica de ejercicio, como hemos visto anteriormente, nos provoca sensación de bienestar.
  • La reducción de hormonas del estrés: El ejercicio regular puede reducir los niveles de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Esto ayuda a equilibrar la respuesta del cuerpo al estrés y a disminuir la ansiedad.
  • Mejorar el sueño: El ejercicio regular puede mejorar la calidad del sueño, lo que es fundamental para la regulación del estrés. 
  • Aumentar la autoestima: Lograr metas de ejercicio y mejorar la condición física puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo. Buscamos, en conjunto con el paciente, pequeños objetivos que sean logros en su día, ayudando a mejorar la capacidad de afrontamiento.
  • Distracción y relajación: Participar en una actividad física puede servir como una distracción saludable de los problemas y preocupaciones que causan estrés. ¡Buscando el ejercicio terapéutico a través del juego siempre se ayuda a despegar la mente! Además, existen muchas formas de ejercicio, como el yoga o el tai chi, que incorporan técnicas de relajación y meditación que pueden reducir el estrés mental directamente.
  • Reducción de la tensión muscular: El ejercicio puede ayudar a liberar la tensión. Por ejemplo, con estiramientos se pueden relajar los músculos. 
  • Promoción de la salud cardiovascular: Un corazón saludable puede bombear sangre de manera más eficiente y reducir la presión arterial.
  • Mejora del estado de ánimo: El ejercicio puede aumentar la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Estos están relacionados con el bienestar y el estado de ánimo positivo.

Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante encontrar las estrategias de manejo del estrés que funcionen mejor para ti. El estrés es parte de la vida, pero aprender a gestionarlo adecuadamente, puede marcar la diferencia en tu bienestar general. Si necesitas ayuda y no sabes como empezar, llámanos, desde UrbanFisio, te atenderemos encantados.

Artículos relacionados