UrbanFisio • 22 March 2020
Soy un chico de 27 años procedente de Sariñena (Huesca). He dedicado gran parte de mi vida al deporte como profesional, estudiante y también en mis aficiones, ya que he jugado a fútbol toda mi vida.
Comencé estudiando formación superior en actividades físicas y deportivas. Seguido a ésta, trabajé durante varios años en el mundo del deporte, y por último realicé los estudios de Fisioterapia en la Universidad pública de Zaragoza. Actualmente continuo mi formación en la profesión, en la búsqueda de una mejora continua.
Desde niño el mundo de la salud me había llamado la atención, ya fuesen médicos, enfermeros, fisioterapeutas… pero mi afición por el deporte hizo que decidiera enfocar mi formación hacia la rama deportiva.
Una vez finalicé mis estudios deportivos, estuve buscando diferentes planes para continuar con mi formación. Después de valorar diferentes opciones, decidí escoger la profesión de fisioterapeuta, sobre todo porque en ella podía combinar mis dos aficiones, la salud y el deporte.
Considero que la Fisioterapia consiste en mejorar la calidad de vida del paciente. Si existe la presencia de una patología, se pondrán en marcha diferentes conocimientos y técnicas con el fin de mejorar ésta.
Si por el contrario no existe patología, se pondrán en marcha otras técnicas para incidir sobre el mantenimiento y prevención del paciente con el objetivo de disminuir las probabilidades de que se genere una lesión o patología.
Es la parte más relevante, diría que es la base de nuestra profesión. Cuanto más elevado sea el nivel de educación en la salud en la sociedad, mayor prevención sobre las lesiones o patologías se tendrá, consiguiendo así un aumento de hábitos saludables en las actividades diarias de la ciudadanía.
Siempre que trato a un paciente, intento ponerme en su misma situación e intento sentir sus sensaciones. Una vez conseguido esto, intento buscar el tratamiento que más se adapte a la problemática del paciente.
Experimentar el avance, evolución y finalmente encontrar la recuperación del paciente. Además, la continua formación y notar que cada día mejoras como profesional, pero sobretodo como persona.
Pienso que la clave para ser un buen fisioterapeuta, además de tener una buena formación y estar en continuo aprendizaje de la misma, es ponerte en la piel de la persona a la que estás tratando y trabajar con ella de la misma forma que te gustaría que lo hicieran contigo. Por lo que considero que es la fusión entre la empatía, formación, y muy importante, el amor por tu profesión.
“Los buenos hábitos cuando se establecen, son tan difíciles de eliminar como los malos hábitos.”