El Ictus, embolia o accidente cerebrovascular se refiere a una alteración brusca y repentina de la cantidad de sangre que llega al cerebro. Las razones varían desde coágulos, originando un Ictus isquémico, o por una hemorragia debida a la rotura de un vaso cerebral, derivando a un Ictus hemorrágico. En general, la mayoría de los Ictus que padecen los pacientes son isquémicos.
Tipos de Ictus
Ictus isquémico: basado en vasos obstruidos por coágulos que se traducen en trombos cerebrales o embolismo cerebral. Suele producirse por el desarrollo de depósitos de grasa en los muros del vaso y provocan obstrucciones.
Ictus hemorrágico: causado por la rotura de un vaso que provoca que la sangre irrumpa en el cerebro, oprimiendo el tejido cerebral.
Factores de riesgo
Los factores de riegos son numerosos, y por lo general comunes en los hábitos de vida de gran parte de la población tanto mundial como española.
Se da en personas mayores, aunque también puede producirse en pacientes jóvenes, por razones personales, ambientales y patológicas.
Entre los principales factores de riesgo que se deben tener controlados encontramos:
- Hipertensión arterial, encabezando la lista de factores que más ictus generan.
- Altos niveles de colesterol, dificultando la circulación.
- Fibrilación auricular, basada en arritmias cardíacas que multiplican los riesgos.
- Diabetes, los niveles de azúcar deben mantenerse controlados, claramente las personas diabéticas deben controlarlo más.
- Tabaquismo, aumenta el riesgo de padecerlo en comparación con los no fumadores.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Obesidad, asociada a la hipertensión, a la diabetes y a las cifras más altas de colesterol.
- Consumo de fármacos, como pueden ser los estrógenos (Anticonceptivos o de tratamiento hormonal)
- Sedentarismo, es importante realizar ejercicio para reducir el factor de riesgo del ictus.
- Consumo de drogas, especialmente las estimulantes que aceleran el ritmo cardíaco y aumenta el riesgo.
Prevención de un Ictus
Por lo general, el tratamiento varía dependiendo si se debe a un bloqueo de una arteria o por la ruptura de un vaso sanguíneo. Aun así hay muchos factores que pueden ayudar al paciente a superar de mejor manera la enfermedad. Es de vital importancia Mantenerse informado en todo momento para poder identificar los síntomas rápidamente.
- Pérdida brusca de movilidad y sensibilidad en alguna parte de nuestro cuerpo.
- Pérdida repentina de la capacidad de hablar o de que se nos entienda.
- Dolores fuertes de cabeza de alta intensidad y sin causa aparente.
- Pérdida de equilibrio, sensaciones de vértigo, inestabilidad y confusión.
- Pérdida de la visión, total o parcial, que afecta a uno o ambos ojos.
Es muy importante mantenerse informado de los síntomas del Ictus, una identificación rápida aumenta considerablemente, no solo el porcentaje de supervivencia, sino las posibilidades de aumentar la rehabilitación y por lo tanto una posterior mejora motora en todos los sentidos.
A cualquier síntoma puedes ponerte en contacto llamando al 112.

Fisioterapia neurológica en el tratamiento del ictus
No nos cansaremos de decir la importancia de comenzar la neurorrehabilitación personalizada lo antes posible a un paciente afectado por un ictus. Está demostrado que cuanto más temprano sea el tratamiento mejores resultados se obtienen.
El equipo de UrbanFisio cuenta con especialistas en fisioterapia neurológica para el tratamiento del ictus. Ponte en contacto con nosotros si necesitas orientación fisioterapéutica.