Prevenir los problemas respiratorios, tanto los leves como los más complejos, es posible. Aliviar los síntomas e, incluso, curarlos se puede lograr con la medicina actual y con los beneficios de la fisioterapia respiratoria. Efectivamente, la fisioterapia también nos puede ayudar en los problemas respiratorios y en todas las patologías derivadas del hábito de fumar.
Como en muchas patologías, debemos empezar por adquirir buenos hábitos. Por ejemplo, para prevenir una bronquitis, una de las mayores afectaciones, es vital evitar o dejar de fumar. También es sumamente importante incorporar la actividad física moderada y regular, en nuestro día a día.
Y, aunque parezca una broma, hay que saber respirar y ser consciente de cómo respiramos. Un fisioterapeuta nos podrá ayudar a ser conscientes de ello y nos enseñará a respirar mejor.
Si, de todos modos, se acaba sufriendo una patología, la fisioterapia respiratoria también será sumamente útil para ayudar a limpiar las vías respiratorias, evitar infecciones y aprender a controlar la sensación de ahogo.

¿Cómo me puede ayudar la fisioterapia respiratoria?
La fisioterapia respiratoria es una rama que engloba tanto prácticas manuales como instrumentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes que padecen problemas respiratorios. Principalmente esto se consigue mediante una correcta concienciación de la respiración y con ejercicios respiratorios para corregir las necesidades que tenga el paciente.
Por ejemplo, una parte importante es que un fisioterapeuta enseñe como distinguir y realizar los diferentes tipos de respiración. El paciente aprende a practicarlos correctamente y que con ello mejore.
También enseñará a ensanchar la parrilla costal, para que aquellos pacientes que tengan reducida su movilidad costal, puedan ganar amplitud cuando se requiera. Esta situación suele ocurrir durante las bronquitis más crónicas.
Además, cuando tenemos patologías obstructivas o que presentan secreciones, es fundamental saber toser de forma eficaz y controlada, para que libere y se despejen las vías sin hacer daño al paciente. Un fisioterapeuta especialista en terapia respiratoria es capaz de enseñar estas técnicas, haciendo que la mejoría sea rápida y duradera.
Un fisioterapeuta usa aparatos muy variados durante las sesiones. Entre ellos, por ejemplo, el espirómetro. Con el espirómetro se trabaja de una forma muy visual y ayuda a mantener los pulmones sanos realizando ejercicios. Con este instrumento, el paciente puede comprobar con sus propios ojos el estado de sus pulmones y ver avances y mejoras.
Otras recomendaciones
Para acabar y ahora que estamos en invierno, recordamos que siempre es conveniente beber mucha agua y, si es posible, zumos naturales. También evitar los cambios bruscos de temperatura y vacunarse contra la gripe si estamos dentro de la población de riesgo. Y, como no, realizar actividad física, que es la mejor manera de ejercitar los pulmones.

Si necesitas tratamiento o diagnóstico porque sufres alguna de estas patologías no dudes en consultarnos. Nuestros profesionales especializados en fisioterapia respiratoria realizarán una evaluación y diagnóstico de tu caso para poder proporcionar un tratamiento personalizado.
