UrbanFisio • 03 November 2020
Actualmente en España, el ictus o infarto cerebral, es la principal causa de mortalidad entre las mujeres de edad avanzada. ¿Conocemos realmente cómo identificarlo, cómo prevenirlo y cuáles son los principales factores de riesgo y síntomas del ictus en las mujeres?
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que se produce cuando hay una ruptura u obstrucción en un vaso sanguíneo disminuyendo así el flujo de sangre que reciben las diferentes partes del cerebro.
La sangre no llega al cerebro de manera correcta y, como consecuencia, las células nerviosas no reciben oxígeno, dejando de funcionar. Al ictus también se le conoce como accidente cerebro vascular (ACV).
Gran parte de los factores de riesgo del ictus son compartidos tanto por hombres como por mujeres (edad, tabaquismo, diabetes, hipertensión, estenosis carotídea, obesidad, presencia de colesterol alto, sedentarismo,…), sin embargo, el hecho de ser mujer conlleva otros factores añadidos como el embarazo, cambios hormonales o la menopausia.
Es imposible controlar los factores de riesgo como la edad, el sexo o la genética, pero sí que podemos instaurar conductas en nuestro día a día que nos ayuden a evitar o reducir las posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.
Mantener una dieta equilibrada, controlar el estrés al que estamos sometidos, practicar ejercicio con regularidad, evitar el tabaco, las drogas y reducir el consumo de alcohol, y mantener controles periódicos de la tensión arterial y del colesterol son los principales consejos a la hora de prevenir el ictus.
Los síntomas del ictus son la pérdida de fuerza o sensibilidad, debilidad en la cara, brazo y pierna de un lado del cuerpo, visión doble, sensación de vértigo, alteración repentina del habla y dolor de cabeza súbito.
Es de vital importancia actuar cuanto antes. Si detectas alguno de estos síntomas es importante que sepas que no debes forzar a la persona para que hable o se mueva, ni darle de comer o de beber, administrar ningún tipo de medicamento, mover su cuello, dejarla sola o trasladar directamente a la persona por tus propios medios sin esperar a los servicios de emergencias.
Debes llamar al servicio de emergencias y explicar cuáles son los síntomas y la hora en los que han comenzado. A continuación, tumba a la víctima con la cabeza y los hombros un poco levantados (apoyados por ejemplo en una almohada) e intenta que el ambiente sea relajado (sin ruidos y sin cambios bruscos de temperatura). Nunca dejes a la persona sola, espera a que llegue el servicio de emergencias.
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