UrbanFisio • 13 mayo 2017
La Fisioterapia en embarazadas está cada día más presente en nuestra sociedad, tanto en el embarazo como en el parto y post-parto.
Toda mujer embarazada experimenta múltiples cambios en su cuerpo: cambios musculares, cardiovasculares, hormonales, respiratorios, digestivos, en la micción y un largo etcétera.
La respiración pasará a ser torácica, los cambios hormonales harán que la flexibilidad aumente, algunos músculos serán más débiles, habrá un aumento de las veces en las que se orina, el peso aumentará, el centro de gravedad cambiará, aumentará la curvatura lumbar,… Una cosa lleva a la otra y se dan una infinidad de cambios en cadena.
Todos estos cambios se darán en un periodo de tiempo relativamente corto, haciendo trabajar mucho al cuerpo para poder adaptarse. Esto se puede traducir en problemas durante y después del embarazo. Dentro de todos los posibles problemas hay tres que son los más comunes: dolor de espalda, dolor pélvico e incontinencia urinaria.
Hay estudios que muestran la gran utilidad de acudir al fisioterapeuta ante estos problemas. Esta es la razón por la que la Fisioterapia en embarazadas está ganando en nuestros días.
Un tercio de las embarazadas tienen dolor de espalda. La zona de la espalda más comúnmente afectada es la zona baja, las lumbares. La razón es el aumento de peso de las embarazadas, junto con el aumento de la laxitud ligamentaria y la disminución del tono muscular.
Cuando se habla de laxitud ligamentosa nos referimos a que los ligamentos dan más de sí, ceden más de lo normal. Los ligamentos tienen como función principal limitar la movilidad de las articulaciones y en el caso de las embarazadas esta función se verá mermada.
Esto llevará a un aumento de la curvatura lumbar y la posible aparición de dolor en la zona. Algunas mujeres tienen dolor incluso mucho tiempo después de dar a luz.
El fisioterapeuta es la persona indicada para ayudar a la embarazada a combatir este problema.
Las herramientas que el fisio a domicilio tiene a su disposición para ayudar son principalmente:
Un quinto de las embarazadas tiene dolor pélvico. Cuando se habla de dolor pélvico nos referimos generalmente al dolor de caderas (referido como dolor en las ingles) y la sínfisis púbica (parte anterior de la pelvis).
Este dolor viene causado por los cambios comentados anteriormente. Especialmente el aumento de peso y la mayor laxitud de los ligamentos. Esto se traduce en una movilidad de la pelvis que la mujer embarazada no había experimentado con anterioridad y posible dolor.
En este caso las armas de tratamiento por parte del fisioterapeuta vuelven a ser el ejercicio terapéutico, la terapia manual y la educación.
Más del 40% de las embarazadas tienen incontinencia urinaria en su primer embarazo. Además, la incontinencia podría estar presente también tras el embarazo.
Este es uno de los problemas que más disminuirá la calidad de vida de las embarazadas. Es por ello que se está estudiando mucho en la actualidad, siendo la Fisioterapia el campo de la salud que más tiene que decir al respecto.
La incontinencia parece estar relacionada con la debilidad de los músculos del suelo pélvico.
El fisioterapeuta es el encargado de mostrar a las embarazadas los mejores ejercicios para el fortalecimiento del suelo pélvico.
Los estudios científicos muestran que el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico previene la incontinencia urinaria durante y después del embarazo.
Es clave que las embarazadas sean conscientes de que la prevención es la vía, ya que siempre es mejor evitar que se dé la incontinencia urinaria a tener que combatirla.
Está más que claro que la Fisioterapia es de gran ayuda en el embarazo, el parto y después del parto; sin embargo, no debemos olvidar al ginecólogo.
El ginecólogo es el que lleva todo el proceso del embarazo y sabe cómo discurre el mismo y lo más indicado para cada embarazada. Es por ello que para empezar la Fisioterapia en embarazadas siempre es necesario que el ginecólogo dé su consentimiento por escrito.
Como resumen, es importante claros estos puntos: