La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune progresiva del sistema nervioso central (SNC). En la mayoría de los casos, es diagnosticada entre los 20 y 40 años y es más frecuente en mujeres que en hombres. Su causa es desconocida, sin embargo, se cree que influyen factores genéticos, medioambientales y el estilo de vida. Si quieres saber más cosas y si la fisioterapia puede ayudar en la esclerosis múltiple, sigue leyendo.
Existen cuatro tipos de esclerosis múltiple que se diferencian por los síntomas, el número y forma de brotes.
¿Qué sucede con el sistema nervioso?
El sistema nervioso se encarga de transmitir señales entre el cerebro y el resto del cuerpo, lo que significa que acciones como respirar, moverse, ver o sentir son controladas por el sistema nervioso. Las neuronas, entre otras células, son las encargadas de hacer estos procesos posibles. Una neurona va recubierta de una capa protectora llamada mielina que permite que una señal (información) se transmita de forma rápida.

El sistema inmunológico se encarga de la protección y defensa del cuerpo, y por causas desconocidas ataca la capa de mielina que se daña y como consecuencia se interrumpe la trasmisión de señales.
¿Qué papel puede aportar la fisioterapia?
El tratamiento de la EM es multidisciplinar, es decir, trabajan en conjunto varias disciplinas sanitarias y va enfocado en retrasar su progresión. Por ello, la fisioterapia es una parte importante en su tratamiento ya que tiene como objetivo reducir los síntomas teniendo en cuenta los cambios que se producen durante el curso de esta enfermedad. El tratamiento fisioterapéutico es individual y combina varios métodos para alcanzar los objetivos según necesidad de cada persona.
Dentro de los subtipos que existen de la esclerosis múltiple, los síntomas más comunes son:
- Cansancio y fatiga general.
- Debilidad y dolor.
- Espasticidad.
- Alteración de la sensibilidad.
- Problemas con el aparato digestivo y urinario.
- Alteración motora y de coordinación (dificultad para moverse).

La fisioterapia combina terapia manual, terapia neurológica, de suelo pélvico y otros métodos con el ejercicio terapéutico.
Varios estudios han demostrado que el ejercicio terapéutico es importante en todas las etapas de la enfermedad. Los programas de ejercicio no sobrecargan y ayudan a:
- Mejorar el bienestar general.
- Mejorar los síntomas y a su vez la calidad de vida.
- Restaurar la función.
Otros beneficios de la fisioterapia son:
- Aumentar la fuerza y la resistencia con el tiempo
- Mejorar/ aliviar los espasmos musculares
- Recuperar o mantener la sensibilidad
- Reeducar y mantener la marcha
El tratamiento fisioterapéutico se adapta según la etapa que se encuentra la persona. Se trabaja durante el periodo de remisión, es decir, la persona está estable o después de una recaída o brote.

El plan de tratamiento se iniciará educando a la persona sobre el tipo de terapia que se llevará a cabo, se realizará un examen físico y se establecerán metas razonables permitiendo así a la persona, retomar o mantener sus actividades de la vida diaria (ADV).
Desde Urbanfisio podemos ayudarte a alcanzar las metas que nos propongamos y a orientarte con esta patología.
