UrbanFisio • 30 enero 2018
Los ligamentos cruzados de la rodilla son cortos y poco elásticos, por eso es frecuente encontrarnos ante una rotura cuando se someten a un estiramiento. El movimiento más frecuente que genera esta lesión es pivotar sobre la rodilla con el pie apoyado, lo que lleva al ligamento cruzado anterior a una posición extrema.
En el momento de la lesión el paciente puede sentir un chasquido seguido de dolor interno en la rodilla y edema articular por una acumulación de líquido dentro de la articulación, que aparece en los minutos u horas siguientes. En un primer momento tu fisioterapeuta puede ayudarte a disminuir el edema y trabajar la musculatura relacionada con la rodilla que también suele estar afectada. El tratamiento depende en gran medida del grado de rotura establecido, llegando a requerir cirugía en los casos más graves. Tanto si la lesión requiere cirugía como si no, la rehabilitación se centrará principalmente en el fortalecimiento de cuádriceps e isquiotibiales, y puede comenzar tan pronto como se reduzca el edema inicial.
Estos ejercicios pueden ir aumentando en intensidad y dificultad. El seguimiento personalizado de la evolución de la lesión realizada por tu Urbanfisio será determinante para conseguir el mayor rendimiento y la más rápida recuperación. Recuerda que acudimos a tu domicilio para realizarte el diagnóstico y tratamiento, y siempre adaptándonos a tus horarios..